Pausa
Quizás no sea el nombre adecuado para esta entrada. Lo que anuncio puede traducirse en una pausa en determinados terrenos (posiblemente también en este alféizar); pero, a la vez, en una carrera frenética en otros. Sin embargo, es algo que siempre he deseado hacer, y que no puedo posponer más por temor a que las neuronas que aún me quedan se desgasten del todo.
Y si lo cuento no es con ánimo de presumir, ni para que algunos me deseen buena suerte y otros opinen que qué locura. Más bien lo hago para avisar de que durante un tiempo no estaré tan disponible como hasta ahora; que sustituiré unas lecturas por otras; que posiblemente escriba textos bien distintos; que no podré atender peticiones ni me prodigaré tanto, ni en redes sociales ni en actos literarios. O sea, que no os molestéis si rechazo «invitaciones», especialmente si suponen un trabajo adicional para mí; pero a partir de octubre, y a lo largo de un año, me reservo las tardes para asistir a las clases (virtuales, pero clases) y estudiar, claro, el máster en estudios avanzados en literatura española e hispanoamericana en el que me he matriculado. Es algo que necesito y que sé me reportará muchas satisfacciones.
Yo ya estoy entusiasmada mirando el programa y la bibliografía, y nerviosa, muy nerviosa, porque volver a estudiar después de tanto tiempo inactiva (en ese terreno; en otros, ya sabéis que no) no creo que sea tarea fácil; pero tomada está la decisión y allá nos lanzamos. Esperemos llegar a buen puerto.
Nos vemos en la otra orilla.
Elena Marqués