La princesita en el asteroide B612

Ahora que muchos lectores, animados por la Sociedad Española de Astronomía, hemos luchado por que una estrella de la constelación Ara rinda homenaje a nuestro más insigne literato, he caído en la cuenta de que, quitando el sistema solar, apenas conozco el nombre de ningún asteroide. Miento. Hay uno que conozco bien, y parece ser que Noemí Trujillo lo ha visitado y recorrido con el mismo fin que aquel pequeño príncipe de pelo alborotado y largo gabán: cuidar bien de su rosa.

En 21 poemas donde el paisaje almeriense le concede la luz de su sol y de sus faros (léase el poema XI) y la pintura, un espacio por donde deambular, la poeta barcelonesa no solo rinde homenaje a este libro mágico de Saint-Exupéry, sino que, como él, bajo una apariencia sencilla, habla de las cosas importantes de la vida y de la naturaleza humana, desde la soledad hasta la pérdida, desde el misterio del amor a la aventura de los regresos.

Y en su viaje de vuelta, quién sabe si a su Ákaba natal, es consciente de sus cambios, de los propios y los de los lugares que amó, que ocupan, junto a los libros y los cuadros, lo mejor de su universo.

El amor es, pues, centro de su poesía, representado en la fragilidad de la rosa («Solo tienes cuatro espinas / para defenderte contra el mundo»), con la que dialoga a lo largo del libro; a la que, como su homónimo, le cuenta su viaje por sitios sin baobabs, pero sí con volcanes y con corderos que destruyen las playas vírgenes; a la que le explica la bendición de la soledad y la naturaleza espinosa de las flores, la existencia de los dos lados de ese sentimiento enigmático y pavoroso tan antiguo como el hombre («Tú eres la bondad / y la confusión»), pues «hasta las flores son contradictorias» y a veces el amor es mezquino («es un punzón oscuro, / una muchedumbre sedienta, / un animal raro»).

Esa complejidad de las relaciones humanas, esa dificultad de entenderse uno mismo, conduce al destierro, al viaje, a la búsqueda, donde «conocer hombres de negocios, / bebedores, / faroleros, / vanidosos», donde entregarse, como Ofelia, al río y a la desobediencia.

Y Noemi, en el viaje de la poesía, intenta explicar y explicarse, trazar su biografía (léase el poema X), dibujarse como «una muchacha desnuda / con los brazos cruzados»,  crear lazos (léase el poema XVI), repetir hechos («Los ritos son necesarios»), justificar a la rosa su metamorfosis («Antes no me importaba eso, pero ahora he visto mundo. / Y eso me ha cambiado.»), verificar su pequeñez («Te doy lástima, / lo sé / mi pequeña flor. / Porque soy débil, / porque extraño / demasiado / nuestro planeta») y, precisamente por ello, buscar la eternidad, y, tras siete años de ausencia (no creo que la elección del lapso temporal sea casual), regresar.

Por eso, de entre todos lo que componen La princesita en el asteroide B612, quiero dejaros estos versos. No sé si son los más representativos de este viaje, pero sí que en ellos comprendo mejor ese minúsculo astro que vaga por el universo con una flor cubierta por una mampara de cristal.

Tengo que huir

porque soy efímera,

porque me gusta mirar cuadros,

tengo que volver a esa montaña

que no cambia de lugar,

tengo que escribir cosas eternas.

 

Elena Marqués

Noemí Trujillo (Barcelona, 1976)

Poeta y escritora catalana, ha publicado los poemarios La Magdalena, Lejos de Valparaíso, La muchacha de los ojos tristesBrooklyn Bridge, Solo fue un post Un lugar con nieve.

Es autora de la serie infantil Judith y sus muñecas monstruosas y de la novela juvenil Suad y editora del sello Playa de Ákaba.

 

La princesita en el asteroide B612

cialis te koop

<a href=https://vskamagrav.com/>kamagra chewable

presse sp cialis e

https://vskamagrav.com/ - kamagra uk next day delivery paypal 306

cialis versus levitra unpanna

Brand Name Cialis For Sale Reargermum <a href=https://bansocialism.com/>cialis from usa pharmacy</a> preonsispome viagra en barcelona

Nuevo comentario

Los libros que leo

Jarampa

Elegir un buen título no solo es un arte, sino un acto definitivo y difícil que, como los nombres para las personas, parece marcar un destino. En el caso de un libro de relatos la cosa se complica. Por eso, imagino, abundan esos que se limitan a escoger el de uno de ellos acompañado del consabido...
Leer más

La noche que Luis nos hizo hombres

Se atribuye a Eleanor Roosevelt la famosa frase de «el ayer es historia, el mañana es un misterio, el hoy es un regalo. Por eso se llama presente». Yo confieso que la escuché en la primera parte de la película infantil Kung Fu Panda, en boca del anciano maestro Oogway, famoso por su sabiduría, como...
Leer más

La nostalgia de la Mujer Anfibio

Que Galicia tiene magia es un hecho, una realidad. Si es que magia y realidad pueden conjugarse en una misma oración sin que despierte extrañeza. Aún recuerdo una ruta hace años, a través de las fragas del Eume, hasta Caaveiro. Las vistas desde un puente desde el que se entreveía el monasterio. Y...
Leer más

Canto a quien

Nadie sabe qué es la hierba, Iván. No hace falta que nos lo recuerdes con una cita de Whitman, de quién si no, para anunciar este último libro que es tan tuyo como del americano de las barbas largas y el canto enfervorizado y anchísimo. La hierba, sí. La hierba. Los científicos dirán lo que crean...
Leer más

Algunos animales y un árbol

Bajo la denominación Algunos animales y un árbol podría caber cualquier contenido, especialmente de corte ecológico. Aunque a mí, bromas del subconsciente, este título me ha recordado a otro por igual curioso y que dio mucho que hablar: el del documental de 2017, grabado por el actor español...
Leer más

En el iris el tiempo

No vamos a quejarnos de los últimos años porque todos tenemos motivos para hacerlo. La vida se nos ha puesto patas arriba, irreconocible. Y nosotros mismos hemos cambiado. No solo en costumbres, sino también en carácter. Una de las consecuencias de este desbarajuste, tanto colectivo como...
Leer más

En el río trenzado

Pasamos la vida salvando encrucijadas y planteándonos si habremos acertado en la elección. Dos conjunciones juntas, la copulativa «y» y la condicional «si», que, bajo ese aspecto insignificante, entrañan un gran peligro. Yo misma (pero quién no, diréis) incluí una reflexión acerca de eso en mi...
Leer más

Beernes

En estos tiempos crispados, en que te cruzas con alguien y te saluda directamente con un «pues anda que tú», se hace más necesario que nunca reivindicar el humor. Por eso me declaro hater de aquel fraile de El nombre de la rosa partidario de envenenar a todo el que osara leer el libro de...
Leer más

Todo lo que crece. Naturaleza y escritura

No recuerdo cuándo, ni dónde, aunque sospecho que fue en una de esas entradas facebookianas con las que de vez en cuando me entretengo, leí un acertado comentario sobre el arte de escribir contracubiertas y solapas, entendiendo en este caso el término «arte» en la cuarta acepción del diccionario,...
Leer más

El sintonizador

Ayer, cuando andaba planificando mi entrada de hoy, me enviaron vía WhatsApp un vídeo de lo más inquietante. Un tipo con barbas y excelente dicción explicaba las infinitas posibilidades de la inteligencia artificial. Y lo hacía a través de un ejemplo en el que prestaba su voz a un avatar con su...
Leer más