Un corazón de hormiga
Con Un corazón de hormiga me enfrento por primera vez a la escritura de Mila Guerrero: seis relatos avalados por otros tantos premios y la buena labor de Anantes, que sabe escoger a sus autores y los cuida como solo esta editorial es capaz de hacerlo; seis relatos de exquisita factura en los que lo cotidiano se convierte en fantástico sin perder verosimilitud y la locura deja cierta impronta necesaria. Sus personajes son seres de carne y hueso atormentados por problemas habituales en los que el amor se convierte en centro casi tanto como el odio, cercados por la magia real de una aprendiz de hechicera o la ansiedad que provoca el calcular el valor pecuniario de todas las mañanas, con sus consiguientes despertares, de una mujer que se llamara Elena.
Sí, así son los «argumentos» de estos textos en los que la poesía se filtra en cada párrafo, traída con el viento de Levante que barre las calles del Sur y perturba al más cuerdo. Un tipo que pelea con un nombre, con «Tu nombre», aunque lo hace «en defensa propia», aunque haya sangre real y olvido consecuente. Una mujer que se enfrenta a unos «Comienzos» contando el proceso de esa gran ceremonia que significa vestirse de novia, donde las lágrimas de las hermanas y lo inoportuno de los parientes deja cierto regusto de ironía. Otro tipo que explica la búsqueda de la mujer que habrá de acompañarlo, y quién comparte con él hombros y lloros, y borracheras, mientras eso sucede.
Y, aunque los «argumentos» sean tan diferentes, o al menos lo parezca la excusa para tomar la pluma, todos estos relatos tienen en común una voz transida de magia (de magia real en «Un error de principiante», donde el hechizo y el vudú, donde la muerte); una preocupación por el corazón, y la razón (y la sinrazón) del hombre; por su sufrimiento; por la dificultad de la vida, que lo asalta en desventaja, desarmado, impotente, sin las herramientas útiles para vencerla en ningún asalto.
Mila Guerrero sí tiene una herramienta, o un arma, y es la pulcritud con que construye estos relatos en los que nada o todo pasa, en los que se desvela a una escritora preocupada por el hombre real, no solo por la ficción; una mujer que conoce el lado oscuro que todos llevamos dentro, los gramos de locura que alojamos por el simple hecho de estar, y amar, y odiar, y vivir expuestos al viento y la intemperie.
El libro que aún tengo entre las manos es pequeño, pero intenso; fácil de leer, aunque lo que diga no lo sea, sino más bien una revelación de lo complejos que podemos ser por dentro; y tiene la facultad de hacernos olvidar lo que traíamos entre manos. Es uno de esos libros para disfrutar y sobre los que volver, para descubrir en cada nueva lectura la autoridad del destino, la esencia de la locura, y también su belleza. La posibilidad de crear mundos tan reales como el que pisamos cada mañana con nuestro pequeño y frágil corazón de hormiga.
Elena Marqués
Mila Guerrero (Morón de la Frontera, Sevilla, 1973) es Licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Sevilla. Ha sido premiada en el Segundo Certamen de Relatos Cortos «Para la Igualdad» (1998), en el V Certamen de Narraciones Miguel Cabrera (1998) y el VII Premio de Narraciones Ciudad de Cantillana (2002). Relatos suyos aparecen recogidos en diversas antologías y ha colaborado con proyectos culturales y en revistas literarias como La espada flamígera y en el periódico Morón 30 Días. El microrrelato es un género del que gusta especialmente porque su brevedad permite aumentar la intensidad de emoción que se transmite al lector. En la actualidad lo cultiva con pasión en su blog Terapia Opuscular .