«La memoria rota» o la ley del silencio

Antecedida por un hermoso poema de Zahra Hasnaui, un pequeño prólogo de Luisa Sánchez que nos anuncia la verdad venenosa que significa el desierto («porque una vez lo pisas, jamás desaparece de tu vida») y un prefacio donde se nos presenta a dos de las protagonistas de este «tratado» sobre la amistad, La memoria rota de Antònia Pons Valldosera es mucho más que una novela que nos sitúa ante uno de los lamentables episodios de nuestra historia reciente.

Reconstruir la memoria no es tarea fácil. Son numerosos los factores que definen cada instante del pasado, diversos los episodios dolorosos que tratamos de olvidar, contados los instantes felices que la distancia hace aún más dichosos por pura necesidad, y «los recuerdos vienen sin llamar, se meten en el corazón y siguen doliendo, como una herida abierta».

Esa herida abierta que continúa siendo, tantos años después de promesas sin cumplir, el Sáhara es la que se denuncia en este libro, la verdadera protagonista de un texto a la vez duro y poético que su autora, mujer comprometida con la causa, sabedora de cómo se desenvuelve la vida en los campamentos de Tindouf (lugar donde se sitúa parte de la acción, la del regreso al recuerdo, a una parte feliz de la existencia de Helena y su hija Mariam y a su propia conciencia solidaria), ha querido regalarnos, para que esa dolorosa realidad forme también parte de nuestra memoria, no tanto para que nos avergoncemos y nos atrevamos a intervenir, sino para que amemos como ella ese ancho horizonte que para muchos constituye la esperanza de un hogar.

No es, sin embargo, esta obra un grito panfletario, ni siquiera una petición de socorro. Si acaso un homenaje a tantos hombres y mujeres invisibles que convivieron durante un tiempo bajo techos contiguos, compartieron el té y el olor de lebjur sobre los colores vivos de las alfombras; un modo de vida retratado con pericia y orgullo, con sencillez y respeto, por alguien tan acreditado como Antònia, que conoce y quiere a ese pueblo hermano que vive en condición de refugiado perpetuo y con vagas perspectivas de regirse alguna vez por sí mismo.

Pero la autora es consciente de que ninguna historia tiene una sola cara. La realidad es compleja, poliédrica. Intervienen en ella muchos factores, en ocasiones antagónicos. Los intereses (casi siempre económicos, aunque suene así de miserable y/o nos resulte triste reconocerlo) se imponen con una lógica distinta a la de la razón y el sentimiento; ese que nos habla de la pertenencia a un lugar, a una raza, a una familia.

Por eso la narración se nos entrega desde la perspectiva de distintas voces, distintos puntos de vista y distintas formas (cartas, palabras pronunciadas en el sueño y en la conciencia…) para mostrarnos momentos distintos de este encuentro de dos mujeres muy diferentes unidas por las circunstancias, primero en El Aaiún, cuando este aún se definía como protectorado de España y se debatía su suerte sin la participación de quienes debían haber sido los verdaderos protagonistas; luego en un presente en el que el acogimiento de Zeiba durante un verano y la visita posterior a su casa remueven asuntos oscuros, como la desaparición de Carlos, el marido de Helena, cuya verdad intuida se reconoce al fin para cerrar una de las muchas heridas abiertas en este libro.

Elaborada, pues, como un hábil rompecabezas, esta primera novela de Antònia Pons se erige como obra imprescindible para recordar esa parte de nuestra historia que algunos pretenden relegar al olvido, a la que se ha impuesto sin ambages la ley del silencio. Por vergonzosa, por falta de interés. Porque muestra la (ir)responsabilidad ante unos hechos sin solución que siguen pesando silenciosos en las fisuras agrietadas de nuestra memoria.

Elena Marqués

Antònia Pons Valldosera (Torregrossa, 1951) ha ejercido de maestra durante toda su vida profesional. Lectora empedernida y aficionada a escribir, un vicio que ha practicado desde muy joven, es autora de un par de libros de relatos cortos, publicados en una plataforma de autoedición; y de una novela de humor en catalán publicada en el año 2014.

Esta novela es la primera que publica en lengua castellana. Comprometida desde el primer día con la causa saharaui, ha viajado en innumerables ocasiones a los campamentos de refugiados de Tindouf, Argelia

Fue socia fundadora de la asociación de amistad con el Sahara de Lleida y presidenta de esta durante casi diez años.

«La memoria rota» o la ley del silencio

No se encontraron comentarios.

Nuevo comentario

Los libros que leo

Jarampa

Elegir un buen título no solo es un arte, sino un acto definitivo y difícil que, como los nombres para las personas, parece marcar un destino. En el caso de un libro de relatos la cosa se complica. Por eso, imagino, abundan esos que se limitan a escoger el de uno de ellos acompañado del consabido...
Leer más

La noche que Luis nos hizo hombres

Se atribuye a Eleanor Roosevelt la famosa frase de «el ayer es historia, el mañana es un misterio, el hoy es un regalo. Por eso se llama presente». Yo confieso que la escuché en la primera parte de la película infantil Kung Fu Panda, en boca del anciano maestro Oogway, famoso por su sabiduría, como...
Leer más

La nostalgia de la Mujer Anfibio

Que Galicia tiene magia es un hecho, una realidad. Si es que magia y realidad pueden conjugarse en una misma oración sin que despierte extrañeza. Aún recuerdo una ruta hace años, a través de las fragas del Eume, hasta Caaveiro. Las vistas desde un puente desde el que se entreveía el monasterio. Y...
Leer más

Canto a quien

Nadie sabe qué es la hierba, Iván. No hace falta que nos lo recuerdes con una cita de Whitman, de quién si no, para anunciar este último libro que es tan tuyo como del americano de las barbas largas y el canto enfervorizado y anchísimo. La hierba, sí. La hierba. Los científicos dirán lo que crean...
Leer más

Algunos animales y un árbol

Bajo la denominación Algunos animales y un árbol podría caber cualquier contenido, especialmente de corte ecológico. Aunque a mí, bromas del subconsciente, este título me ha recordado a otro por igual curioso y que dio mucho que hablar: el del documental de 2017, grabado por el actor español...
Leer más

En el iris el tiempo

No vamos a quejarnos de los últimos años porque todos tenemos motivos para hacerlo. La vida se nos ha puesto patas arriba, irreconocible. Y nosotros mismos hemos cambiado. No solo en costumbres, sino también en carácter. Una de las consecuencias de este desbarajuste, tanto colectivo como...
Leer más

En el río trenzado

Pasamos la vida salvando encrucijadas y planteándonos si habremos acertado en la elección. Dos conjunciones juntas, la copulativa «y» y la condicional «si», que, bajo ese aspecto insignificante, entrañan un gran peligro. Yo misma (pero quién no, diréis) incluí una reflexión acerca de eso en mi...
Leer más

Beernes

En estos tiempos crispados, en que te cruzas con alguien y te saluda directamente con un «pues anda que tú», se hace más necesario que nunca reivindicar el humor. Por eso me declaro hater de aquel fraile de El nombre de la rosa partidario de envenenar a todo el que osara leer el libro de...
Leer más

Todo lo que crece. Naturaleza y escritura

No recuerdo cuándo, ni dónde, aunque sospecho que fue en una de esas entradas facebookianas con las que de vez en cuando me entretengo, leí un acertado comentario sobre el arte de escribir contracubiertas y solapas, entendiendo en este caso el término «arte» en la cuarta acepción del diccionario,...
Leer más

El sintonizador

Ayer, cuando andaba planificando mi entrada de hoy, me enviaron vía WhatsApp un vídeo de lo más inquietante. Un tipo con barbas y excelente dicción explicaba las infinitas posibilidades de la inteligencia artificial. Y lo hacía a través de un ejemplo en el que prestaba su voz a un avatar con su...
Leer más